No sé si me deba sorprender el terrible atentado en Kabul. Y es que no peco de insensible,sino que cuando una situación lo vives una y otra ves, es, lastimosamente, casi una costumbre. Pues sí, hubo un atentado en Kabul, aquella ciudad que fue tomada hace varios años atrás por los Talibanes, y que ahora, parece, que vuelven a la carga.
Siete muertos, todos ellos civiles afganos; decenas de heridos: esto parece ser historia conocida. Pero como este espacio está presto a dar el acontecer,no solo de este atentado, sino de cómo son los Talibanes. Porque parece ser la verdadera cara de lo que realmente puede suceder en la trayectoria a meses posteriores en este convulcionado país.
Para poder hacer una comparación acerca de este atentado,lo voy a remitir a un caso muy alejado de la cultura afgana. La historia que se me viene a la mente es la de la Sendero Luminoso; para los peruanos no debe resultar nada extraño, sobre todo para quienes sufrieron en la serranía y en la misma capital.
Ante el atentado en Kabul, recuerdo cuando Sendero quemó las ánforas de las elecciones de 1980, donde posteriormente saliera elegido Fernando Belaúnde Terry (en ese tiempo, quizás la luz de la democracia). Pues lo que pasó en este pueblo ayacuchano, con un área de 271.50 kilómetros cuadrados,y que actualmente sirve como centro comercial de los pueblos a su alrededor, fue el comienzo de toda una posterior devastación, tanto en Lima como en provincia, en especial Ayacucho.
Un mismo ejemplo puede referirse a lo que pasó y pasa en Colombia.La guerrilla armada de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) se creó en las fronteras de Colombia, básicamente con el fin maniqueo de reafirmar la autoridad de llamado Frente Nacional. Ya desde que estuvo el comunismo impregnado en Colombia, se veía venir este tipo de caos social.
Estos dos casos, por razón de coincidencia, tienen una base comunista, como también el derrocamiento del poder. Y esto tiene un mensaje oculto:aparecieron y nadie les hizo caso. Nadie pensó en que se convertirían en el eje central del narcotráfico, en el dolor de cabeza de cada persona que habita el mundo. Esto no se hace lejano con lo de ETA, y ni siquiera pretendo hacerlos símil con lo que pasa en kabul.
Yo no sé si sea la persona indicada a juzgar las razones que llevan a que ciertos grupos añoren " la conquista del poder para el pueblo". Pero cuando uno aprende que las cosas pueden tener un sentido más lógico y coherente, pues creo que se puede discutir. El problema es que las situaciones en medio oriente se están partiendo hace muchos años. El antisemitismo, quizás, fue la pregonera de estas manifestaciones contra algo. La misma guerra entre dos países te avisora que tendrá una larga brecha de discusiones de índole absurda. El diálogo no sirve cuando uno no razona y no ve las consecuencias que trae, tanto para quien lo afronta como para quien lo padece.
Lo que pasa ante este atentado, es precisamente lo que han venido discutiendo muchas organizaciones mundiales:la no tolerancia; creo que mientras exista la divergencia entre dos credos sumamente arraigados, no será posible una viable solución. Ahora, no digo que necesariamente tienen que desaparecer todos los credos, y que todos seamos de la misma divina creencia, NO. Es difícil que un credo se cambie.Lo que pretendo decir es que una de las cosas que hace valiente a la persona no es solamente tener un arma y morir por algún dios, digamos. La valentía de una persona se muestra en el respeto por las demás maneras de pensar, por el luchar contra tu propio ser y aflorar la tolerancia y la compresión. Muchos no quieren a los Talibanes;otros no quieren a la Iglesia Católica; algunos no creen en nada. Pero por estas sencillas razones es que nos hace ser humanos y aprender a vivir y respetar al otro.
Los Talibanes son un grupo integrista tribal y guerrillero, surgido en 1989. Y fue ese un comienzo para lo que después sería la toma completa de Kabul (capital afgana). Ellos se comportan de una manera, por así decirlo, nacionalista. Pegado a costumbres ancestrales, y claro, no se prestan a un cambio occidental. El Corán es su dialéctica teológica,algo similar es la biblia para un cristiano-católico. Y como digo, la religión o el credo o la creencia siempre va ser tema de principal en las conversaciones de este tipo. No me gusta hablar de creencias,me basta con las cojudeces que dicen las encíclicas papales (ja,ja,ja). Pero este tema me amerita. Parto por una sencilla concepción que tienen los afganos o los Talibanes de creer en su cultura, en sus míticas y extrañas costumbres.Creo (y de verdad ¿eh?) que se rigen a las consecuencias de las ideas, quizás malas, quizás estúpidas, quizás mediocres, pero son ideas. No hablo de las acciones que estos miserables hacen en nombre de su idiota razón convulcionadora:la apartación de todo bicho occidental;me refiero a los miles motivos que les lleva a hacerlo.
Apoyados en un primer momento por Estados Unidos, nunca me respondí ¿Por qué?, y nunca llegué a concebir de qué motivo hizo que cambiara de opinión en el año 2000. Pero ahí está, ahí está... la referente de todos los males planetario. Nunca creí que fueran los Talibanes quienes se mostraran agradecidos con el país del Norte. Además, los de Yihadistas de los de Al qaeda fueron más aplaudidos por cortar dos arterias del corazón de Nueva York. Fue abismal ese 11 de septiembre; todos los podemos recordar.
Lo que me parece un poco familiar es que los Talibanes sean un ejemplo para las guerrillas de nuestra América. Pienso en que si ellos matan por su "creer", los nuestros matan por su "ser". Medio filosófico este párrafo, pues es sencillo:los Talibanes te meten una bomba a nombre de un dios!, los guerrilleros te hacen lo mismo a nombre del pueblo.
Bien dicen que la voz del pueblo es la voz de Dios. Tamaña coincidencia.
Pues bien el iuvo (del latín ayudar) de todo este artículo es ver que los Talibanes no son extraños a nuestras realidades, pues como bien lo dije, ellos tienen un dios;nosotros, un pueblo. Pero ese "a nombre del pueblo" es completamente idiota, los terroristas de nuestras áreas matan por sus intereses, y ya . Al final , y a manera de conclusión, es viable poder entender a otros credos con el respeto, pero los Talibanes ya perdieron todo el respeto, por eso estamos o están tan jodidos los afganos.
Mi reflexión es que nunca miremos por aquella ráfaga como solo ave de paso. Miremos qué pasó con Perú, qué pasó con Colombia, qué pasará con Venezuela, qué pasará con Medio Oriente, qué pasará con las religiones, qué pasará con la "Iglesia Católica", qué pasará con nuestro presente. Sé que el atentado en Kabul muestra una historia oculta de no tolerancia, de represión, de diálogos partidos, de discriminación , y sobre todo de falta de respeto. Ese respeto que toooodos los seres humanos debemos conservar. No será solo un atentado cualquiera. No se sorprendan si mañana estalla la tercera guerra mundial. No se extrañen de ver como nos cagamos la vida, bueno ya empezamos. Veremos cómo terminamos. Nunca tuvimos anticipación, pero perdidos aún no lo estamos. El optimismo está cada vez que dos personas se respetan, aun a sabiendas que tienen diferentes credos, que no piensas igual. Eso para mí es la luz del optimismo y la esperanza.
Hasta más vernos
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